
Semana 11
24 de noviembre
Introducción
El Lazarillo de Tormes (anónimo) y la Historia de la vida del buscón (Francisco Quevedo) son dos obras maestras de la literatura española que comparten una serie de características comunes. Ambas son novelas picarescas, es decir, narran las aventuras de un pícaro, un personaje que vive en la marginalidad y que debe valerse por sí mismo para sobrevivir. Además, ambas obras son satíricas y críticas de la sociedad española de su época.
El Lazarillo de Tormes
El Lazarillo de Tormes fue publicada en 1554 y es considerada la primera novela picaresca de la literatura española. La obra narra la vida de Lazarillo de Tormes, un niño huérfano que debe sobrevivir en la España del siglo XVI. Lazarillo pasa por una serie de masters, cada uno de los cuales lo explota y lo obliga a aprender a sobrevivir a través de la astucia y el engaño.
La obra es una crítica satírica de la sociedad española de su época, que se caracteriza por la desigualdad, la corrupción y la hipocresía. Lazarillo es un personaje antihéroe que representa a los pobres y marginados de la sociedad. Su lucha por sobrevivir a través de la astucia y el engaño es una metáfora de la lucha de los pobres por sobrevivir en una sociedad injusta.
La Historia de la vida del buscón
La Historia de la vida del buscón, también conocida como El buscón, fue publicada en 1626 y es considerada la obra maestra de la novela picaresca española. La obra narra la vida de Pablos, un niño huérfano que, al igual que Lazarillo, debe sobrevivir en la España del siglo XVI. Pablos es un personaje más despiadado y cínico que Lazarillo. Está dispuesto a hacer cualquier cosa para sobrevivir, incluso traicionar a sus amigos y familiares.
La obra es una crítica satírica aún más mordaz que El Lazarillo. Pablos representa la decadencia de la sociedad española del siglo XVI, que se ha convertido en un mundo donde solo los más fuertes y despiadados sobreviven.
Capítulos XLIV-LI de Don Quijote
Los capítulos XLIV-LI de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, escritos entre 1615 y 1616, son una continuación de las aventuras de Don Quijote y Sancho Panza. En estos capítulos, los protagonistas llegan a la ciudad de Barcelona, donde se encuentran con una serie de personajes memorables, como el caballero del Verde Gabán, el caballero de la Blanca Luna y la duquesa.
Estos capítulos son una muestra del ingenio de Miguel de Cervantes. Cervantes combina la acción, el humor y la reflexión filosófica en una obra que sigue siendo relevante en la actualidad.
Conclusión personal
El Lazarillo de Tormes, la Historia de la vida del buscón y los capítulos XLIV-LI de Don Quijote son tres obras maestras de la literatura española que comparten una serie de características comunes. Todas ellas son novelas picarescas que narran las aventuras de un pícaro, un personaje que vive en la marginalidad y que debe valerse por sí mismo para sobrevivir. Además, todas ellas son satíricas y críticas de la sociedad española de su época.
Estas obras son importantes porque representan un cambio en la literatura española. En lugar de centrarse en los héroes y las heroínas de la tradición caballeresca, estas obras se centran en los personajes marginados de la sociedad. Esto supuso un nuevo enfoque de la literatura, que se convirtió en más realista y crítica.